Creo que uno de los problemas que se pueden dar cuando piensas demasiado en tu Marca Personal es que los ojos se te desplazan. Se te mueven. Se van de la cabeza al culo. Primero se mueven hacia la base anterior del cráneo, luego van cayendo por toda la espalda para terminar en el culo. Con un ojo en cada nalga.
Tiene su explicación. Desde el culo tienes la perspectiva perfecta para visualizar en tiempo real la huella que vas dejando y al mismo tiempo ver el caminito de pisadas que tu pasos van formando sobre el terreno, así, puedes comprobar la firmeza de tu pisada, la simetría de las mismas, etc., visualmente tendrás el ángulo perfecto para controlar que todo quede genial.
Los ojos en el culo
Eso sí, tener los ojos en el culo tiene sus riesgos, sin entrar en detalles escatológicos. Lo más probable es que más temprano que tarde te la pegues, o te choques con alguien, o tropieces con algo, o te revientes las rodillas con cualquier pico de cualquier obstáculo que naturalmente se encuentre en tu camino. Es normal, es lo que pasa por no mirar al frente, así que no te quejes. Es como andar por la calle mirando al móvil (metáfora que en este caso, no es tan metáfora).
Que sí, que puedes tener claro hacia dónde quieres ir (tu visión), que paso vas a dar en cada momento (tu misión) y cómo quieres dar esos pasos (tus valores). Todo eso es necesario, es básico, de hecho es lo importante. Pero por mucho que lo tengas claro y lo reafirmes día a día, de poco servirá si te seduce más dirigir la atención a la huella que vas dejando que al paso que vas dando y lo que tienes por delante. Aunque sepas hacia dónde quieres ir, mira al frente, es tan obvio que a veces se termina pasando por alto.
¿Piensas demasiado en tu proceso de Personal Branding?
Puede resultar paradójico, pero pensar demasiado en tu proceso de Personal Branding puede ser, a nivel práctico, uno de los mayores distractores y una de las mayores amenazas para nuestro propio desarrollo profesional.
Es cierto que cuando uno diseña su estrategia de Marca Personal entra en un necesario proceso consciente que le permitirá presentar su propuesta de valor. Y también es cierto que uno ha de tomar conciencia del impacto que esa propuesta genera, ya que ese impacto nos permitirá llevar a cabo los ajustes correspondientes para ganar en efectividad.
Pero cuando estamos demasiado centrados en el rastro que va dejando este proceso (y los ojos se nos ponen en el culo) terminamos despistándonos y confundiendo el medio con el fin (los resultados suelen ser mediocres y con poco retorno profesional).
Y ojo, que estar pendiente todo el rato del impacto que cada una de tus acciones van dejando no puede confundirse con la receptividad que necesitamos para obtener y optimizar el feedback de nuestra estrategia de Personal Branding. En el primer caso estamos cegados por nuestra necesidad de ser visibles. En el segundo caso nos mueve la necesidad de generar valor y ser elegidos por ello (con la mirada al frente).
¿La clave está en centrarse haciéndose preguntas?
Quizás la clave pueda estar en centrarse en preguntas del tipo: con quién contacto y de qué manera, qué aporto, qué me aportan, cuántas propuestas profesionales he presentado, cuáles han salido y cuáles no, cuántas veces y quién me han llamado para interesarse por mis servicios, cuántos trabajos he cerrado, qué denominador común tienen esos trabajos cerrados, cómo he ejecutado esos trabajos, qué resultados he obtenido, cuánto he facturado, cuánto he ingresado, es suficiente o no me da para vivir, etc. (da igual que trabajes por cuenta propia o ajena, seguro que tienes la creatividad suficiente para adaptar estas preguntas a tu contexto).
Con los ojos en el culo es imposible afrontar todas estas preguntas de manera adecuada, porque tienes la vista atrás, cuando lo que necesitas además de considerar el peso de lo que has hecho, es estar presente y con el pensamiento en el siguiente paso.
Igual que no se puede ‘diseñar el ser auténtico’ porque eso no se diseña, ni se intenta, ya que lo normal es que acabes sobreactuándote y resultando patético… pues igual que no se puede intentar ser auténtico, no se puede medir el impacto de tu Marca Personal con la efímera huella que deja tu pisada reciente, que puede quedar muy brillante sobre la arena, pero que terminará por llevársela el viento o la próxima ola.
Conclusión
La huella no la tienes que dejar tú, la huella la tiene que dejar tus acciones, tus trabajos, eso es lo que ‘marca’. Con los ojos en el culo es imposible darte cuenta de las oportunidades que tienes delante.
Diseña tu proceso de Personal Branding y una vez diseñado úsalo y automatízalo para no estar pensándolo todo el tiempo…. porque cuando las cosas se automatizan y se convierten en hábitos, te dejan espacio, tiempo, energía y agilidad para lo realmente importante.
Además, es muy difícil mover el culo cuando tienes los ojos allí… acabas mareado.
Los ojos en su sitio y el culo en movimiento.
Osban Bonilla dice
Muy buen trabajo David clarisimo saludos y hasta luego que debo poner mi culo en movimiento.
David Barreda dice
Jajajaja… gracias Osban!!
Un abrazo!
David