Llevo unos cuantos años leyendo y aprendiendo de personas que tienen una gran marca personal resultado de su esfuerzo y profesionalidad. Son personas con un desarrollo personal extraordinario que impactan positivamente en miles de personas.
Un ejemplo que quiero destacar es el de Francisco Alcaide, para mí uno de los mayores referentes de liderazgo personal y management que hay en este país. Una persona que hay que modelar si quieres aprender sobre estos temas. Su éxito en las conferencias es abrumador. Su libro “Aprendiendo de los mejores” en su 11 edición, es un manual de éxito en la vida y excelentes profesionales que fueron o son los mejores en sus respectivos campos, le llevó 15 años prepararlo. Leer, investigar y entrevistar a muchos de los personajes que menciona, es un trabajo arduo e impecable que desemboca en un resultado extraordinario: El valor de la experiencia de las personas que han conseguido unas metas extraordinarias en sus vidas. Nos podríamos quedar con la punta del iceberg, un libro que recomiendo por su contenido lleno de sabiduría. Pero la vida demuestra una vez más que la parte del iceberg que no se ve, es la más importante. El trabajo, el esfuerzo, la claridad, el foco y la determinación por lograr un resultado extraordinario, que en ocasiones nos cuesta apreciarlo, garantiza la mayoría de las veces, un producto o servicio excelente.
¿Sabemos vender nuestra Marca Personal?
Eres consecuencia de tu desarrollo personal. Cuanto más te prepares, más te formes, más te conozcas y más te atrevas a crear tu propio valor, más reconocido serás y mejor te encontrarás tú. Una vez te reconozcan por lo que haces y te identifiquen con esa marca personal que estás intentando comunicar, mayor número de oportunidades te surgirán para vender tu producto o servicio.
La pregunta que nos podríamos hacer es ¿sabemos vender? Porque por muy bueno que seas en tu profesión, si no vendes imagen, coherencia, integridad, soluciones y conectas con tu público objetivo, ¿de qué sirve tanto esfuerzo?
Habrá gente que dirá que la mayor recompensa es la realización personal. Y estaré de acuerdo con que la pasión por lo que haces es esencial y sentirte bien por lograr una meta es extraordinario. Pero si después, nadie ve valor en lo que haces, no has tenido otras opiniones desde una perspectiva distinta a la tuya para testar tu propuesta de valor (sabes que tendemos a sobrevalorar lo que hacemos) puede que tu idea sea buena para ti, pero no para los demás. Si nadie lo compra ni lo comparte, ni lo menciona, una parte fundamental de la ecuación cuando intentas aportar valor a los demás con un producto o un servicio, estamos fallando en algo. Falta lo importante: que sea útil a los demás, no solo a ti mismo. Y esto es bueno saberlo porque también tenemos que ser flexibles para poder aprender de los errores que cometemos. Se llama experiencia y sabiduría y nos sirve para mejorar cada día.
Conclusión
Cree en tu proyecto personal o profesional. Atrévete, actúa, tienes mucho que aportar a este mundo. Pero ten en cuenta que tu marca personal, tu proyecto, tu propuesta de valor tienes que venderla, y eso significa que tiene que gustar a los demás tanto como para que confíen en ti y gasten su tiempo y su dinero en tu producto, servicio o marca personal. ¿Preparado?
Gracias.
Raquel Aldana @ Apuesta por ti dice
Hola Miguel Angel! Me parece que tu punto de vista es válido, es cierto que en algún punto de nuestras carreras profesionales tengamos que vender nuestros servicios o productos y es bueno aprender para cuando llegue el momento.
En mi caso personal me he dado cuenta que al desarrollar una marca personal, la parte de la venta se vuelve mucho más fácil porque las personas confían en ti por todo el valor que les has dado.
Gracias por tu aporte! Ahora mismo comparto el artículo en las redes sociales.
Un abrazo!