Antes de seguir escribiendo, quería agradecer las aportaciones que habéis hecho a través de vuestros comentarios, en mi último post y que han sido enriquecedores para mi.
Dicho esto, me gustaría comentar en este artículo eso que todos reconocemos como un puntal de la marca personal: los valores.
Los valores de tu Marca Personal
Se me ocurren varias preguntas, entre ellas la siguiente: ¿Son los valores fácilmente reconocibles? O por el contrario, tenemos que parar un momento a reflexionar sobre los que verdaderamente forman parte de nuestra marca personal y los que no. ¿Podemos ser neutros con nosotros mismos?
Desde mi punto de vista, no. No somos neutros, de ahí que el papel del personal brander o, consultor o asesor de marca personal como traduce Enrique F. Brull, desde mi punto de vista es fundamental.
Cuando queremos poner sobre papel nuestra marca personal, podemos entablar un auto-diálogo del estilo: “soy perseverante y comprometido con mis objetivos. Nada puede hacer que desista y si me comprometo se puede contar conmigo”. Nos ponemos ejemplos que reflejen lo que creemos de nosotros, y, nos decimos: si, si mira, me comprometí a tal o cual cosa y lo hice. ¿Nos estaremos engañando o no?
Un buen profesional, puede comprobar de manera intuitiva, por detalles aparentemente anodinos y a lo largo de las entrevistas, si realmente, esos valores forman parte de la esencia de una persona. Esto no quiere decir que seamos unos mentirosos, si no que tenemos (todos) una cosita que se llama “ego” y que puede distorsionar la visión que tenemos de nosotros mismos, para bien y para mal. Entorno a este tema, no os perdáis el vídeo del psicólogo clínico Fidel Delgado que dejo a continuación, si no lo habéis visto ya, que me pasó un amigo hace poco, es divertidísimo además de instructivo.
¿Necesitas un personal brander que te ayude a identificar tus valores?
Se puede pensar que allá cada cual con sus delirios, pero es que el profesional que nos ayude a plasmar lo que somos, a concretar una estrategia de visibilidad, o a conformar una imagen de marca, debería sacarnos de nuestra zona de confort en caso necesario. ¿Por qué? Pues porque un plan de acción que se apoya en incoherencias, acaba por fallar por algún lado. De entrada, decimos “A” pero en la realidad aparece “B” y, los demás no nos entienden o, peor, nos rechazan. En cualquier caso nuestra reputación queda dañada. “Vaya, tan responsable que decía ser y, ahora mira, ni ha pensado en las consecuencias de lo que ha hecho.”
Un consultor o asesor en marca personal, como nos explicó Enrique en un post anterior, debe asesorarnos, advertirnos de nuestras propias incoherencias. No se trata de que nos juzgue, ya que de hecho es lo que suele dar más miedo en el momento en que nos preguntan por nuestros valores, sino que nos haga una reflexión constructiva.
Comunicando nuestra Marca Personal
Cuando comunicamos nuestra marca personal, plasmando nuestros valores, además de todo aquello que podemos aportar de valor a quienes nos dirigimos, generamos expectativas en los demás. Si éstas se cumplen, nuestros clientes, seguidores, o amigos quedarán satisfechos y volverán a confiar en nosotros.
Es más, tener claro en lo que creemos, nos permite fijarnos líneas a seguir y a tomar decisiones a veces complicadas. Nos ayuda a valorarnos y a motivarnos en los momentos de flojera o en los contratiempos. Decir no a un contrato jugoso es difícil, pero al mismo tiempo ganamos en autenticidad y en coherencia y, con el tiempo se nos reconocerá por ello.
Es posible que ya hayamos hecho un proceso de auto-conocimiento y solo necesitemos a un profesional para que nos oriente en la estrategia a seguir, o nos explique las herramientas de difusión para nuestra propuesta de valor, nos eche una mano con nuestra imagen de marca o lo que precisemos. En cualquier caso, déjate aconsejar por alguien más neutro que tu, por un “externo” a “tu yo S.A” (concepto de Andrés Pérez Ortega) y que por tanto, “no lleva los cristales de tu ego” puestos.
Si todos tenemos claro que a un profesional de la psicología o a un cirujano le es muy difícil (por no decir imposible), tratar a un allegado, ¿porqué no confiar en un asesor antes que en uno mismo, para sentar las bases del futuro desarrollo de nuestra marca personal?
¡Gracias por leerme y hasta pronto!
Deja un comentario
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.